domingo, 8 de agosto de 2010

Las cámaras digitales están 'matando' a los álbumes fotográficos

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Una foto ya no es lo mismo que hace 20 años. Hasta las imágenes han evolucionado, con la llegada de la tecnología

Antes, el orgulloso padre sacaba su cámara manual, juntaba a los amigos de su hijo cumpleañero y obturaba con la ilusión de ver el momento en papel unos días después. El rollo era llevado al laboratorio. Las postales llegaban a la casa dentro de un sobre y comenzaba entonces un ritual inolvidable: armar el álbum familiar, esos marca Renex, que traían las instrucciones en inglés y que por lo general mostraban en la carátula a parejas de gatos enamorados o lagos como sacados de cuentos encantados.

Las mamás más aficionadas a conservar la memoria de sus hijos en fotos, empezaban la colección pegando en una de las tapas del álbum un mechón de pelo del bebé, la manilla de identificación del hospital donde nació la criatura y, en el caso de los hombres, el sobrante de piel de la circuncisión.

Cecilia Lozano de Serrano, es el claro ejemplo de esa tradición. En un rincón de su casa del barrio Villas del Madrigal, guarda todavía una colección de más de 20 álbumes donde es posible ver desde su matrimonio -hace 55 años- hasta los paseos a la costa en compañía de su esposo.

Otra mujer enamorada por los álbumes es Amparo Morales, quien asegura que heredó de su mamá el interés por llenarlos. Y lo ha cumplido.

En los suyos se ve la secuencia de sus viajes por Europa, África y Asia. También la vez que su esposo le regaló un Fiat 147 de Día de la Madre y el domingo que visitó el parque Jaime Duque con sus hijos. "Para mí los álbumes son sagrados. Es una tradición que hoy en día tiende a desaparecer. Me aterro cuando mis amigas me dicen que vieron fotos mías de mis viajes en Facebook", cuenta Amparo. La llegada de las cámaras digitales significó la muerte lenta de los álbumes.

"La gente prefiere hacer archivos en sus computadores que sacar copias en papel. Los clientes ya ni preguntan por los álbumes", asegura Martha, propietaria de un almacén fotográfico de la carrera 5a. con calle 23.

El remplazo del álbum parecen ser los modernos portaretratos digitales y los libros fotográficos que la gente manda a hacer en sitios epecializados.


F eltiempo.com

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